A medida que nuestra vida va avanzando nos volvemos más previsores y precavidos. Tomamos conciencia de que la vida puede dar muchas vueltas y cambiar en un solo segundo. En ocasiones, la vida nos da sorpresas agradables y, en otros momentos, nos enfrenta a momentos difíciles. Sin duda, el riesgo de que se produzca algún imprevisto está siempre latente.
En este sentido, el seguro de vida es un producto de vital importancia si queremos anticiparnos a situaciones complicadas de prever. El objetivo principal del seguro es la protección de los seres queridos, incluidos nosotros mismos, garantizando que, ante cualquier evento inesperado, podamos mantener un nivel de vida de calidad.
A continuación, exponemos las principales situaciones en las que tener un seguro de vida puede ayudarnos a hacer frente a nuestro día a día de una manera más llevadera:
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- Garantizar que nuestra familia percibirá unos ingresos por un plazo de tiempo determinado.
- Cancelar saldos de deudas pendientes.
- Tener, incluso, un complemento para la jubilación.
En definitiva, un seguro de vida es una protección económica que nos proporciona la seguridad de saber que, ante una circunstancia adversa, nuestros seres queridos y nosotros mismos podremos seguir hacia adelante.
Texto extraído de:”50 preguntas clave sobre el seguro de vida” – Instituto Aviva –