Las lesiones por accidentes de tráfico y sus consecuencias en el ámbito de la salud, social, legal y económico, constituyen un grave problema de salud pública en todos los países, y evitarlos debe ser una prioridad.
Aunque existen diversos factores que influyen en mayor o menor medida, en el origen de los accidentes de tráfico, el consumo de medicamentos es objeto de creciente interés. No se puede olvidar que los medicamentos tienen un triple efecto: por un lado efecto beneficioso (terapéutico), por otro los efectos adversos y en tercer lugar posibles efectos adversos si se combina con otro tipo de sustancias (interacciones).
Es importante sensibilizar sobre la importancia de que, tanto profesionales sanitarios como población general, reconozcan el siguiente pictograma en el envase de los medicamentos comercializados en España, así como su significado.
Los profesionales sanitarios deben considerar los efectos de los medicamentos en la conducción de vehículos en el momento de la prescripción y dispensación, buscando las alternativas terapéuticas más adecuadas, y facilitando información particularmente a pacientes de edad avanzada, pacientes polimedicados, con patologías de especial riesgo, conductores profesionales, o que conduzcan más de 40 minutos seguidos al día.
Dar a conocer entre los profesionales sanitarios cuáles son los medicamentos que afectan a la conducción de vehículos.
Grupos de medicamentos de acuerdo a su influencia sobre la capacidad para conducir y ha propuesto una clasificación de los mismos en 4 categorías (Figura 1):
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Categoría 0 (sin efecto sobre la capacidad de conducción).
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Categoría I (Influencia leve sobre la capacidad de conducción).
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Categoría II (Influencia moderada sobre la capacidad de conducción).
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Categoría III (Influencia muy marcada sobre la capacidad de conducción)