El otoño es el periodo del año de transición climática en el que pueden hacer aparición importantes fenómenos meteorológicos adversos, que nos pueden SORPRENDER en carretera al estar poco habituados a ellos durante el periodo veraniego. Entre ellos se encuentran la lluvia, la niebla y el hielo que van anunciando en cierta manera la llegada del invierno.
Otro factor importante a destacar y característico del otoño es el que las noches se alargan, aumentando por tanto los riesgos de accidente al ser la conducción nocturna más peligrosa que la que se realiza por el día.
Si, durante el viaje por carretera en este periodo otoñal, apareciesen condiciones meteorológicas desfavorables, tener en cuenta que conducir en esta situación aumenta la tensión nerviosa y la fatiga visual conllevando por tanto una disminución de la atención y siendo causa de riesgo de accidente.
En los trayectos largos, no dude en pararse en un área de descanso y esperar a que las condiciones mejoren.
Siempre ante estas condiciones, prestar mucha atención a la conducción y como norma general:
“Disminuir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad”